Maurits
Cornelis Escher fue un artista neerlandés conocido por sus grabados
xilográficos, sus grabados al mezzotinto y dibujos, que consisten en figuras
imposibles, teselados y mundos imaginarios.
Escher
observaba y hallaba patrones de diseño en el piso de un patio, en los árboles
de un bosque, en la alineación de una bandada de pájaros que pasaba volando y
en todos y cada uno de los detalles más comunes de la vida cotidiana. Porque
para Escher era precisamente en la vida donde pasaban las cosas. A él no le
interesaban las teorías, ni los ámbitos académicos, ni las evaluaciones, ni los
currículums, ni los programas de las materias ni los ciclos escolares. A él le
interesaba pescar la poesía de los patrones matemáticos con su lápiz, pincel,
red.
Una
teselación es una regularidad o patrón de figuras que cubre o pavimenta
completamente una superficie plana. Cumple con dos requisitos: que no queden
huecos y que no se superpongan las figuras. Las teselaciones se crean usando
transformaciones isométricas sobre una figura inicial. Distintas culturas en el
tiempo han utilizado esta técnica para formar pavimentos o muros de mosaicos en
catedrales y palacios. Escher admiraba profundamente las teselaciones del
complejo palaciego Alhambra, de Granada, España, y dedicó muchos años de su
vida a la creación de diferentes series de teselaciones.
Sin duda, la parte fundamental de la obra de
Escher la constituye la división regular del plano. Era su principal obsesión y
forma parte, de una manera o de otra, de la mayoría de sus producciones.
Desglosando el plano en figuras de pájaros, peces, reptiles y figuras humanas,
como en un rompecabezas, Escher ha logrado incorporar muchas de sus divisiones
del plano en composiciones memorables: los mosaicos escherianos.
Estos son algunos de sus trabajos
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